Tomás Felipe Carlovich, el mesías de la redonda
La siguiente nota publicada en el 2003 en el periódico El Eslabón y posteriormente en 2004 en La Cebra a Lunares fue realizada por Julio Rodríguez y quien escribe este trabajo. Una extensa entrevista con el Trinche Carlovich en la casa de sus padres.
El evangelio según Santo Tomás de Tablada
El mejor jugador de todos los tiempos del fútbol rosarino contó verdades y mentiras de su leyenda futbolística. Testimonios y anécdotas de quienes vivieron de cerca al Trinche.
POR MARTÍN CALVO y JULIO RODRÍGUEZ
La historia cuenta que Tomás Felipe Carlovich fue un fenómeno. Un jugador fuera de serie que deslumbró al fútbol argentino. Los memoriosos dicen que como él no habrá otro igual y que su talento fue superior, incluso, al de Diego Armando Maradona. Con estos datos, y sin haber tenido el lujo de disfrutarlo en una cancha, hablamos con el Trinche.
El paisaje adornado por los comercios de la calle Mendoza nos indica que el santuario de la familia Carlovich está cerca. La peregrinación al oeste de Rosario termina cuando el Trinche corre las cortinas, abre la puerta y nos invita a pasar. La casa luce semioscura y el aire acondicionado nos hace olvidar el clima de la tarde. El Mesías está descalzo y viste una chomba Lacoste color verde. Sufre una leve renguera, se toma la cadera y nos dice: “Estoy hecho mierda. Aumenté veinte kilos, no puedo jugar al fútbol y tampoco andar en bicicleta”. También nos cuenta que necesita operarse de la cadera, pero la intervención es muy costosa. Un grupo de fieles apóstoles evalúa la posibilidad de armar un partido homenaje para recaudar fondos y posibilitar su recuperación.
LA ZURDA Y SU MAGIA
El barrio Belgrano fue testigo de las primeras profecías del Trinche. En aquellos baldíos del oeste rosarino, el hombre empezó su formación como futbolista, hasta que su cuñado lo llevó a Rosario Central. “Estuve un año en las Inferiores y a los 16 me fui a jugar a Bigand. Después volví a Central y jugué dos partidos en Primera. Me prometieron que iba a ser titular, pero no me cumplieron y no quise jugar más. Me fallaron de palabra y eso me dañó mucho. Tenía 22 años y quería retirarme”, empieza relatando.
Eduardo Quinto Pagés fue compañero suyo en Central Córdoba y remata una anécdota que pinta de cuerpo entero su paso por Arroyito. “Él hacía lo que quería con la pelota. Cuentan que en la Cuarta y mientras esperaba para entrar en un partido, hizo jueguitos con una moneda de un mango y no se le cayó nunca... Me lo contaron, yo no la vi”, sentencia el ex arquero y ahora médico.
VIDA Y OBRA DE DIOS EN TABLADA
El Trinche descendió de los cielos y aterrizó en el Gabino Sosa en 1972. Uno de sus discípulos, Jorge Ainsa, lo convenció de continuar con su prédica en el fútbol y levantó su templo en el sur. “Me presentaron en un amistoso contra Sarmiento de Junín, ganamos 2-0 e hice los dos goles”, cuenta su bautismo con la azul. Al año siguiente y con la sabiduría de Tomás, el Charrúa ganó de punta a punta la Primera C.
El barrio Tablada fue su segundo hogar y nueve años después lo tuvo como partícipe de otra vuelta olímpica. El Trinche pegó la vuelta a pedido del técnico Eduardo Bermúdez. “Me dijo que era el sol, la luz, el agua, parecía la Dipos (risas). Después tuve grandes problemas con él. Hizo declaraciones fuera de lugar. Nos encerramos en una pieza bajo llave y dije que mientras esté él, no iba a jugar más. Me había dicho que descanse, que en el próximo partido iba de titular, pero en la semana me avisó que iba a dejar el mismo equipo. Le dije que el hombre tiene que tener palabra y él me falló, por lo tanto no es hombre. Igualmente, hace un tiempo nos reencontramos y me pidió disculpas”, acota Tomás.
Poco tiempo después, retornó a la titularidad, tras el alejamiento de Bermúdez y con 35 años, se dio el lujo de volver a ser campeón. “El día de la primer final contra Almagro había llovido mucho y en la cancha de Newell´s había agua por todos lados. Él jugó de aire y de taco toda la tarde, y hasta metió un golazo al ángulo”, recuerda Quinto Pagés, arquero del equipo ganador del Octogonal.
Cada vez que Central Córdoba jugaba en Buenos Aires, cerca de 500 personas se agolpaban para presenciar los milagrosos caños de ida y vuelta del ídolo. Entre los fieles, se destacaba la presencia del modista Ante Garmaz, infaltable en cada ceremonia, donde juraba que si él fuera presidente de Boca, Carlovich sería el “5”. “Lo buscaba siempre, le regalaba corbatas, calzoncillos. Él tenía algo especial que a Ante le gustaba mucho...”, dice sonriendo el Gordo Ricardo Palma, técnico que dirigió al mito y lo conoce en la intimidad del vestuario.
Para los amantes de la redonda, el Trinche fue Dios. Pero había tardes que sus rivales pecadores sufrían el castigo divino. “Como era de exquisito, también era de meter algunos coditos y algunas planchitas. Pegaba de tal manera que no lo viera nadie y terminaban lastimados los contrarios”, cuenta Víctor Longo, un zaguero que compartió los primeros y últimos milagros del Trinche en Tablada.Los hinchas charrúas arriman alguna anécdota sobre su juego de fricción en el fútbol de ascenso. “Contra Colegiales, se peleó con un delantero contrario. Le puso la punta del codo sobre el cuello y el árbitro los echó a los dos. En el túnel viejo, se esperaron, y le puso tantas piñas, que el rival se tuvo que mandar a la cancha para que no le pegue más. Fue un tipo con todas las de la ley”, cuenta Mario Falcón, un habitué de los viejos tablones del Gabino Sosa. Y el Loco Darío Dippe, otro incondicional de Tablada, sentando sobre una mesa del bar Lido, rememora: “El cinco de Morón lo corría por toda la cancha, le pegaba, lo mordía, le hacía de todo y el árbitro no cobraba nada. Al toque, el Trinche los amontonó a los dos en el medio y a la pasada, les metió un codazo que los dejó planchados en el piso, siguiendo como si nada con la pelota bajo la zurda”.
EL REY MENDOCINO
Mendoza, la tierra del sol y del buen vino, fue el territorio elegido por el Trinche para seguir evangelizando con su fútbol bien jugado. “Cuando me vendieron a Independiente Rivadavia, pensé que me iba a Japón... No estaba acostumbrado a viajar, pero se armó un grupo bárbaro y salimos campeones”, dice Tomás. El debut fue en el clásico provincial ante San Martín, metió un gol de cabeza y puso cuatro pases gol. Esa misma tarde, tenía pasaje a Rosario, porque hacía quince días que estaba en Mendoza y extrañaba el barrio. “A tres cuadras de la cancha estaba la ruta donde pasaba el micro, pero ellos querían que me quedara. Al final, un dirigente me llevó en auto, me esperó dos días y luego volvimos a Mendoza. Allá fui el Rey. Terminaba la práctica, iba a una pilchería o a comer a un restaurante y no me querían cobrar. Fue, junto a Central Córdoba, uno de los clubes donde tengo mejores recuerdos”, afirma.
Ricardo Palma, acerca otra historia del Rey mendocino. “Cuando llegó a Mendoza, todos los pibes tenían la remera del Víctor (Legrotaglie, un ídolo cuyano). Al año siguiente, estaban todos con la del Trinche. Y esto lo vi con mis ojos, no me lo contó nadie”, indica el ex técnico.
En 1977, volvió a incursionar en el fútbol grande con la camiseta de Colón. Pero en Santa Fe, las lesiones le impidieron continuar con su prédica. Primero un problema en la rodilla, luego un desgarro, y finalmente, la rotura del aductor. “El Vasco Urrolabetía, que era el técnico, desconfió de mi lesión y fuimos a una junta médica. Cuando me vieron la pierna morada, llena de sangre, se agarraron la cabeza. Me subí los pantalones y no volví más”, cuenta el Trinche.
EL EVANGELIO LLEGA A SU FIN
El Enviado estuvo cerca de ser crucificado en el ‘94 por los charrúas cuando fue acusado de querer hacerle juicio al club de sus amores. Pero él, elevándose sobre su pueblo espetó: “Carlos Dávola estaba a cargo del fútbol infantil del club. Organizó un torneo llamado ‘Tomás Felipe Carlovich’, sin mi permiso y levantó cerca de 150 mil dólares. Pero esta plata no iba a Central Córdoba. Por eso, hablé con Carlos Luppi (presidente charrúa de esa época), y le dije que le iba a sacar la careta a Dávola. Si quiere hacer plata, que la haga, pero que no use mi nombre en vano. Antes de hacerle un juicio al Charrúa, me mato”, sentencia Carlovich.
Las enseñanzas del Trinche trascendieron el ámbito nacional y el Cosmos de Nueva York, donde brillaba Pelé, se interesó en las condiciones sobrenaturales del mito. Pero como nadie contó, Pelé habría bajado el pulgar a la contratación de Carlovich, por temor a ser opacado por el Mesías argentino.
El 17 de octubre de 2002, en el Concejo Municipal de Rosario se llevó a cabo la Canonización de Santo Tomás. Por iniciativa del concejal Pablo Javkin, lo convirtieron en ciudadano ilustre. “Es un icono de la historia de la ciudad. Es la cultura del fútbol rosarino”, apunta el edil. El Trinche agradece, recoge el guante y se despacha con humildad: “Soy un hombre muy feliz cuando voy por el barrio con la bicicleta y la gente me reconoce. O cuando recibo el afecto de los hinchas yendo a ver a Central Córdoba”. Es palabra de Dios. Amén.
RECUADROS
¡QUÉ BAILE COMPAÑERO...!
Así tituló el diario vespertino Crónica de Rosario la brillante actuación del Seleccionado Rosarino ante la Selección Argentina. El 17 de abril de 1974, el combinado le pegó un baile de aquellos al equipo nacional que luego disputaría el Mundial de Alemania, le ganó 3-1 y el Trinche dio cátedra. “Nos juntamos un par de horas antes en un hotel y los técnicos (Griguol y Montes) me avisaron que iba de titular. Cuando salí a la cancha de Newell’s, había un marco espectacular. No estaba acostumbrado a ver tanta gente. ¿Y qué quieren? Quería tener la pelota a cada rato. Esa fue una noche que me salieron todas, además había grandes jugadores. La gente que estuvo ese día en la cancha, no se lo olvida más”, recuerda Carlovich.
EL HOMBRE DE LOS TAPONES BAJOS
“Siempre tuve problemas con los botines nuevos. Se los llevaba a un carpintero amigo, para que baje los tapones así podía pisar mejor la pelota. Antes era otra cosa, esos zapatos los usaba para la lluvia, arena. Ahora todo cambió para bien. Siempre usé los clásicos Adidas”, confiesa el Trinche y finaliza contando que no usaba vendas ni canilleras. “Pero jugando contra Estudiantes de Buenos Aires, usé canilleras y Bravo, un jugador de ellos, me metió un patadón que me rompió la protección y me dieron cuatro puntos de sutura”.
LA ÚLTIMA PROVIDENCIA DIVINA
Fue el sábado 5 de mayo de 1986. Central Córdoba recibía a Flandria en su cancha por la Primera C. El destino quiso que Tomás Felipe Carlovich convirtiera su último gol ante el equipo de Jáuregui que en el pasado también fue bendecido con su presencia. “Me quedó grabado, porque estaba detrás de él. Pusieron la barrera, se puso al lado de la pelota y como con la mano la clavó en el ángulo. Fue un golazo y el arquero quedó parado mirando cómo entraba la pelota”, rememora Longo sobre el último gol del Trinche a los 39 años, antes de ponerle un cierre a su vida pública.
FICHA TÉCNICA
Lugar y fecha de nacimiento: Rosario, 20 de abril de 1947.
Trayectoria: Rosario Central (1969). Flandria (1970). Central Córdoba (1972-74. 1978. 1980-83. 1986). Independiente Rivadavia de Mendoza (1975). Deportivo Maipú de Mendoza (1976). Colón (1977).
Títulos: Primera C 1973 y Torneo Octogonal de Primera C 1982 (Central Córdoba). Liga Provincial Mendocina 1975 (Independiente Rivadavia).
ENGLISH VERSION
Tomás Felipe *Carlovich, the Messiah of the Ball
The following note published in the 2003 in the newspaper El Eslabón and later in 2004 in "La Cebra a Lunares" was realised by Julio Rodríguez and the one who writes this work. An extensive interview with the Trinche Carlovich in the house of his parents.
The Gospel according to Santo Tomás of Tablada
The best player of all time of the football from Rosario explained truths and lies of his legend. Testimonies and anecdotes of those who lived closely to the Mince.
BY MARTÍN CALVO and JULIO RODRÍGUEZ
The history explains that Tomás Felipe Carlovich was a phenomenon. A player out of series that dazzled to the Argentinian football. The old people say that like him there will be another equal and that his talent was upper, even, to the of Diego Armando Maradona. With these data, and without having had the luxury to enjoy it in a field, speak with the Mince.
The landscape adorned by the trades of the street Mendoza indicates us that the sanctuary of the family Carlovich is near. The
pilgrimage west of Rosario finishes when the Mince runs the curtains, opens the door and invites us to happen. The house is dim and the air conditioned does us forget the climate of the afternoon. The Messíah is barefoot and saw a t-shirt Lacoste green colour. It suffers a slight lame, takes the hip and says us: " I increased twenty kilos, can not play to the football and neither walk in bicycle?. Also it explains us that it needs to operate of the hip, but the intervention is very costly. A group of faithful apostles evaluates the possibility to arm a split homage to raise funds and make possible his recovery.
THE LEFT-HANDED And HIS MAGIC
The neighbourhood Belgrano was witness of the first
prophecy of the Mince. In those west , the man began his training like footballer, until his coined carried it to Central Rosary. ?I was a year in the Inferior and to the 16 went me to play to Bigand. Afterwards I went back to Head office and played two parties in First. They promised me that it went to be headline, but did not fulfil me and did not want to play more. They failed me of word and this damaged me a lot. It were 22 years old and it wanted to withdraw me?, it begins relating.
Eduardo Quinto Pagés was his mate in Head office Córdoba and finishes an anecdote that paints of whole body his go through Arroyito. ?He did what wanted with the ball. They explain that in the Fourth and while it expected to go in in a party... They explained it to me, I did not see it?, it sentences the ex goalkeeper and now medical.
LIFE And WORK OF GOD IN TABLADA
The Mince descended of the skies and landed in Gabino Sosa in 1972. One of his disciples, Jorge Ainsa, convinced it to continue with his preach in the football and raised his temple in the south. ?They presented me in a friendly against Sarmiento of Junín, win 2-0 and did the two goals?, it explains his baptism with the blue. To the following year and with the wisdom of Tomás, the Charrúa won of tip to tip the First C.
The neighbourhood Tablada was his second home and nine years afterwards had it like participant of another olympic turn. The Mince hit the turn to request of the technician Eduardo Bermúdez. ?It said me that it was the sun, the light, the water (laughs). Afterwards I had big problems with him. It did statements out of place. We shut us in a piece under key and said that while it was he, did not go to play more. It had said me that it rest, that in the next party went to title, but in the week warned me that it went to leave the same team. I said him that the man has to have word and he failed me, therefore it is not man. Equally, it does a time us rediscover and apologised me?, it limits Tomás.
Little time afterwards, returned to the titularity, after the remoteness of Bermúdez and with 35 years, gave the luxury to go back to be champion. ?The day of the first final against Almagro had rained a lot and in the field of Newell´s there was water by all sides. He played of air and of swearword all the afternoon, and until put a goal to the angle?, it remembers Quinto Pagés, Goalkeeper of the winning team of the Tournament.
Every time that Central Córdoba played in Buenos Aires, near of 500 people banked to witness the miraculous skills of gone and turn of the idol. Between the congregation, stood out the presence of the moudist In front of Garmaz,
For the lovers of the round, the Mince was God. But there were afternoons that his rival sinners suffered the divine punishment. ?As it was of exquisite, also was to put some *coditos and some *planchitas. It hit in such a way that it did not see it anybody and finished *lastimados the contrary?, account Víctor Longo, a player that shared the first and last miracles of the Mince in Tablada.You inflate them charrúas come close some anecdote on his game of friction in the football of promotion. ?Against School, litigated with a contrary forward. It put him the tip of the elbow on the neck and the referee threw them to the two. In the old tunnel, expected , and put him so many pineapples, that the rival had to command to the field so that it do not hit him more. It was a type with all the ones of the law?, account Mario Falcón, a habitué of the old *tablones of Gabino Sosa. And the Crazy Darío *Dippe, another unconditional of *Tablada, seating on a table of the bar Lido, *rememora: ?The five of *Morón ran it by all the field, hit him, bit it, did him of everything and the referee did not earn at all. To the touch, the Mince banked them to the two in the half and to the past, put them a *codazo that left them ironed in the flat, following as if at all with the ball under the left-handed?.
The King Carlovich
Mendoza, the earth of the sun and of the good wine, went the territory chosen by the Mince to follow evangelize with his very played football. ?When they sold me to Independent Rivadavia, thought that it went me to Japan... It was not accustomed to travel, but armed a barbaric group and go out champions?, it says Tomás. The debut was in the classical provincial in front of Saint Martín, put a goal of head and put four happen goal. This same afternoon, had passage to Rosario, because it did fifteen days that was in Mendoza and miss the neighbourhood. To three stables of the field was the route where happened the *micro, but they wanted that it remained me. At the end, a leader carried me in car, expected me two days and afterwards went back to Mendoza. There I was the King. It finished the practice, went to a sell clothes or to eat to a restaurant and did not want to me earn. It was, beside Head office Córdoba, one of the clubs where have better memories?, it affirms.
Ricardo Palm, approaches another history of the King Carlovich. ?When it arrived to Mendoza, all the guys had the rower of Víctor (Legrotaglie, an idol From Mendoza). To the following year, were all with the one of the Mince. And this saw it with my eyes, no explained it to me anybody, it indicates the ex technician.
In 1977, it went back to try in the big football with the T-shirt of Columbus. But in Saint Faith, the injuries prevented him continue with his preach. First a problem in the knee, afterwards a tear, and finally, the break of the adductor. El Vasco Urrolabetía, that was the technician, mistrusted of my injury and went to a medical board. When they saw me the purple leg, full of blood, held the head. I went up me the trousers and did not go back more, it explains the Mince.
WHAT DANCE MATE...!
Like this it titled the newspaper Crónica of Rosario the brilliant performance of the Selected of Rosario in front of the Argentinian Selection. On 17 April 1974, the combined hit him a dance of those to the national team that afterwards would contest the World-wide of Germany, won him 3-1 and the Mince gave chair. ?We joint us a pair of hours before in a hotel and the technicians (Griguol ) warned me that it went to title. When I went out to the field of Newells, there was a spectacular frame. It was not accustomed to see so many people. And what want to? It wanted to have the ball to each while. That was a night that went out me all, besides there was big players. The people that was this day in the field, no forgets it to him more?, it remembers Carlovich.
THE MAN OF THE LOW CAPS
?Always I had problems with the new booties. It carried them to him to a fellow carpenter, so that it go down the caps like this could step better the ball. Before it was another thing, these shoes used them for the rain, sand. Now all changed for well. Always I used the classical Adidas? it confesses the Mince and finalises explaining that it did not use bandages neither jamb. ?But playing against Students of Buenos Aires, used jamb and Bravo, a player of them, put me a kick that broke me the protection and gave me four stitchs?.
THE LAST DIVINE PROVIDENCE
Was the Saturday 5 May 1986. Head office Córdoba received to Flandria in his field by the First C. The destination wanted that Tomás Felipe Carlovich converted his last goal in front of the team of *Jáuregui that in the past also was blessed with his presence. ?It remained me recorded, because it was behind him. They put the barrier, put at the side of the ball and as with the hand nailed it in the angle. It was a Goal and the Goalkeeper remained stopped looking how went in the ball?, remember Longo on the last goal of the Mince to the 39 years, before putting him a closing to his public life.
TECHNICAL INDEX CARD
Place and date of birth: Rosario, 20 April 1947.
Path: Rosario Central (1969). Flandria (1970). Central Córdoba (1972-74. 1978. 1980-83. 1986). Independente Rivadavia de Mendoza (1975). Sportivo Maipú de Mendoza (1976). Colón (1977).
Titles: First C 1973 and Tournament Octogonal of First C 1982 (Central Córdoba). Provincial league Mendocina 1975 (Independiente Rivadavia).